Mike Pence, vicepresidente de Estados Unidos, se negó en la noche de este martes a declarar incapacitado a Donald Trump tras la insurrección y el saqueo del Capitolio, que se saldó con cinco muertos. Aun así, cada vez son más los republicanos que se están sumando al «impeachment», en un intento de última hora de forzar la dimisión del presidente aunque solo le queda una semana en el cargo.
Según dijo Pence en una carta hecha pública en la noche del martes, no cree que deba emplear los mecanismos constitucionales de inhabilitación de un presidente «como un medio de castigo», ya que estos están reservados para casos de incapacidad médica o mental. Pence cree que hacerlo supondría, además, «dividir aún más e inflamar las pasiones del momento».
Momentos después de que Pence anunciara sus intenciones, la Cámara de Representantes, controlada por los demócratas, aprobó una resolución para instarle a invocar la enmienda número XXV de la Constitución, que le permite, con una mayoría del gabinete ministerial, declarar incapaz al presidente y asumir sus funciones. Los demócratas creen que así se evitará que Trump vuelva a llamar a la insurrección.
División entre los republicanos
Sin embargo, no todos los republicanos piensan que Trump debe quedar en el cargo. Hay ya varios que han anunciado que este miércoles se suman al «impeachment» iniciado por los demócratas, que se vota hoy en la Cámara de Representantes. Anoche, la «número tres» de los republicanos en la Cámara de Representantes, Liz Cheney (hija del vicepresidente de George Bush, Dick Cheney) anunció que votará a favor de inhabilitar al presidente.
Cheney lo hizo en un comunicado durísimo, en el que dijo: «El presidente de EE.UU. convocó a esta turba, reunió a la turba y encendió las llamas de este ataque. Todo lo que siguió fue obra suya. Nada de esto habría sucedido sin el presidente». Y añadió: «Nunca ha habido una traición mayor por parte de un presidente de EE.UU. a su cargo y su juramento a la Constitución».
Paralelamente, el equipo del líder republicano en el Senado, Mitch McConnell, filtró a la prensa estadounidense que no descarta ni se opone al «impeachment». Cuando el presidente electo, Joe Biden, llamó a McConnell para preguntarle si el Senado puede avanzar en sus nombramientos y el «impeachment» a la vez, McConnell le dijo que debería ver las normativas.
El hecho de que no se negara inmediatamente indica que el líder republicano del Senado ve con buenos ojos la recusación. Es más, cuando el diario «The New York Times» publicó una nota titulada «Se dice que McConnell está complacido con el juicio político, creyendo que será más fácil purgar a Trump del Partido Republicano», el equipo de McConnell no lo desmintió.
Cada vez son más los republicanos que le están dando la espalda al presidente Trump. En una señal del aislamiento del presidente, al visitar la frontera el martes, y dar un discurso, ninguna de las grandes cadenas informativas retransmitió en directo su discurso, en el que volvió a defender que no tuvo ninguna responsabilidad en el saqueo del Capitolio.
Tomado de https://www.abc.es