Rafael Núñez pondrá a circular su libro “Nueva Retórica: nuevos códigos, nueva sociedad”. Relevancia de la comunicación política
Es la quinta obra de la autoría del periodista y estratega de comunicación.
El periodista y escritor Rafael Núñez pondrá a circular el próximo 18 de abril su nueva obra “Nueva retórica: nuevos códigos, nueva sociedad”, que se llevará a cabo en la Sala Aida Cartagena Portalatín de la Biblioteca Nacional Pedro Henríquez Ureña.
Con este nuevo libro suman cinco que ha escrito el periodista y estratega de comunicación, añadiéndose a los anteriores títulos: “Figueroa Agosto: El Poder del Narco”, “Periodismo, política y reflexiones”, “Tramas ocultas de una campaña electoral” y “Retratos de la historia”.
“Nueva retórica: nuevos códigos, nueva sociedad”, es un libro que aborda sobre las distintas plataformas de comunicación digital y cómo las mismas impactan en el público actual vs los ciudadanos de épocas anteriores, pero, además, interioriza en la construcción de la percepción a través de las nuevas y modernas herramientas.
Valiéndose de la tesis aristotélica sobre la persuasión, Núñez hace un recorrido crítico de cómo los medios han servido, desde los tiempos en que surgieron, como instrumento de dominación a través de mensajes estratégicamente elaborados.
Haciendo énfasis en la visión de Aristóteles, el escritor y periodista refiere que para el filósofo griego, “persuasión es cuando el discurso tiene la fuerza de transformar los contenidos más abstractos de la argumentación en imágenes digeribles para el entendimiento”.
“Nueva retórica: nuevos códigos, nueva sociedad”, relevancia de la comunicación política, plantea el desafío que constituye para los profesionales de la ciencia de la comunicación el poder concitar el interés del público con una nueva retórica, en una sociedad nueva que impone códigos distintos para comunicarse.
Vista la tesis de Aristóteles, Núñez afirma que si antes del nacimiento de Jesucristo esta tesis tenía valor, en estos tiempos hay que repensar la comunicación y valorar aquellos pensamientos del filósofo griego.
“Debemos saber que las percepciones se forman basadas en estructuras cognitivas, es decir, creencias, y adquieren un significado u otro atendiendo a las emociones”, apunta Núñez.
Subraya que de acuerdo con la teoría aristotélica, las creencias crean un estado de ánimo (tristeza, cólera, desánimo y alegría) que influyen en las personas y se vinculan con las creencias. Esas emociones–refiere–no pocas veces determinan las actitudes y las respuestas que dan las personas a los distintos fenómenos sociales, políticos, económicos o personales.
En la obra de Núñez se plantea cómo esas emociones han sido objeto de batallas de políticos, estrategas militares, consultores de comunicación, religiosos y ejecutivos de negocios a los fines de conquistar el teatro de guerra de un ser humano: el cerebro.
El periodista y escritor dice en su libro que hay políticos que a pesar de que los tiempos pasan, de que las sociedades se han transformado y las innovaciones tecnológicas nos han brindado plataformas nuevas de comunicación, todavía basan su retórica ancladas en el pasado.
En este quinto libro, el periodista Rafael Núñez, cuenta además de la exitosa experiencia de los gabinetes de comunicación, proyecto que fue una iniciativa que ejecutó durante su rol como jefe de prensa de la Presidencia.
En “Nueva retórica: nuevos códigos, nueva sociedad”, el lector podrá tener conocimiento sobre la vertebración del sistema de comunicación y la importancia del mismo como parte integral de la planificación política.
En el prólogo de esta nueva obra, escrito por Alfredo Kramarz, profesor en teoría de la comunicación y relaciones internacionales, este describe cómo la pluma de Rafael Núñez “tiene la ventaja de ser clara y honesta.
“Gracias a “Nueva Retórica” descubre aquello que es funcional, decodifica mensajes de la política y al hacerlo, señala refugios para la ética. Es una guía para recorrer pasajes centrales en la historia de la comunicación y sus desvíos son puertas de acceso al espacio público dominicano”, finaliza Kramarz su escrito.