Las grandes cadenas ofrecen un catálogo de productos propios a precios más bajos que los regulares
En respuesta a la inflación registrada en los últimos años, especialmente en los precios de los alimentos, los consumidores optan cada vez más por las marcas blancas de los supermercados, con las que pueden ahorrar hasta 30 % en sus compras sin merma de la calidad.
Las llamadas «marcas blancas» se refieren a productos o servicios fabricados por una empresa, pero que se comercializan y se venden bajo la marca de otra. En otras palabras, una marca blanca es un producto genérico que se produce y etiqueta con el nombre y la marca de una empresa minorista o distribuidora, en lugar de la marca del fabricante original. En el país abarcan desde velones para rituales religiosos hasta pañales desechables y repollo chino. Compiten directamente con marcas reconocidas en el mercado.
«Debido a la situación económica hemos tenido que recurrir a ese tipo de productos que generalmente están a dos o tres pesos más baratos que las marcas ya reconocidas», dice Rosaura Piña. Las marcas blancas a menudo ofrecen a las empresas minoristas la posibilidad de ofrecer productos a precios más competitivos, ya que no tienen los costos asociados con la investigación, desarrollo y marketing de productos.
En las bolsas de cada compra que hace Piña en el supermercado, estima que se lleva un 35 % de productos de marcas blancas para el consumo de su hogar integrado por seis personas. Al mes gasta aproximadamente 40,000 pesos y calcula que el monto aumentaría si compra el 100 % de marcas regulares.
Comparando una lista de 19 productos de primera necesidad, el consumidor puede ahorrar un 29.44 % al adquirir solo marcas blancas, con un costo total promedio de 2,314.27 pesos en tres supermercados, en comparación con los 3,279.95 pesos que costaría con marcas convencionales.
Grupo CCN comercializa más de 400 productos bajo la marca Líder en los supermercados Jumbo y Nacional. También tiene la marca Origen Nacional y la de repostería La Panera. Ha incorporado otras internacionales como Food Club, Sweet P´S, Full Circle, That´s Smart! y Paws, entre otras.
Sirena tiene a Wala, Zerca First Class y BuenHorno, entre otras; el Bravo productos bajo su mismo nombre. Plaza Lama vende a Gold y Doña Elsa en su área de supermercado, y PriceSmart comercializa Member’s Selection, PriceSmart, Club Select y Tender Quality.
Carrefour oferta productos bajo su mismo nombre para distintos públicos, así como de las marcas Reflets de France, Terre D´Italia, De Nuestra Tierra, Tex y Les Cosmétiques. Hipermercados Olé comercializa artículos también llamados Olé y PriceChoice.
En enero del 2024, los precios del pollo fresco, ajíes, arroz, huevos y plátanos verdes aumentaron, según el Banco Central. Se proyecta que la inflación interanual de alimentos de febrero sea del 6.6 %, con una dinámica decreciente, según las proyecciones del Ministerio de Economía, que destaca una "aceleración anormalmente alta" en los precios diarios de alimentos.
Para gustos… marcas
La elección entre tradición y precio es crucial para los consumidores al decidir sobre marcas blancas. Hay productos en los que prefieren las reconocidas, si tienen alguna incidencia en la salud, como las pastas dentales, o en el propio gusto.
«Hay marcas blancas que son buenas, casi igual que las reconocidas y a un precio más económico», comenta Piña.
Ana Peña prefiere comprar el papel de baño, el jabón de fregar, los platos y las servilletas de la marca blanca para el uso de los tres miembros de su hogar. Pero hay otros productos por los que prefiere pagar un poco más por las marcas regulares.
Por lo menos un 30 % de su compra en el supermercado es de marcas blancas. Gasta 6,000 pesos para un consumo de 10 días. Si no lo hiciera así, calcula que la factura se incrementaría 5,000 pesos.
Las marcas blancas aparecen en las tramerías de los supermercados poco antes del final del siglo pasado. Han terminado por formar parte de la oferta habitual de esos centros comerciales, con lo que el país se adhiere a corrientes prevalecientes en otros países en los que los consumidores buscan ahorro sin sacrificar calidad.
Regularmente las marcas blancas son colocadas al lado de las que no son genéricas y el cliente puede apreciar de inmediato la diferencia en precios. Esa diferencia termina siendo el impulso para adquirir el producto ofertado por el supermercado con marca propia.