Puerto plata. Los niños que profanaron y prendieron fuego a varios mobiliarios y libros en la parroquia Nuestra Señora de La Milagrosa en el distrito municipal de Maimón apenas cuentan con edades entre seis y nueve años.
En las investigaciones hechas por el Ministerio Público de este distrito judicial se establece que en el grupo hay un niño de seis años, dos de ocho y uno de nueve, por lo que no son imputables y serán los padres de éstos quienes deberán responder en materia civil.
Además, tanto los niños como los progenitores deberán ser sometidos a tratamientos psicológicos.
La denuncia hecha por el sacerdote Tony Bonilla, cura párroco del lugar, indica que durante el hecho registrado el pasado domingo, los menores destruyeron el púlpito junto a varios arreglos florales que estaban colocados al pie de la imagen de la virgen.
Acción vandálica
De acuerdo con informaciones, los menores, tras consumar el acto vandálico, salieron del templo católico vociferando: “Prendimos la iglesia en candela”.
Para sofocar el fuego, el religioso fue ayudado por lugareños y miembros del cuerpo de bomberos de Maimón.
Los cuatro menores acompañados de sus padres, fueron remitidos ante el Tribunal de Niños, Niñas y Adolescentes de Puerto Plata.
En el mismo distrito de Maimón, hace cuatro meses, cuatro adolescentes lanzaron un artefacto de fabricación casera en la cancha de la escuela Ramona Coronado.
La mano política y de Conani impidió que el Ministerio Público judicializara a los vándalos, con edades entre 13 y 14 años, entre ellos una jovencita.
En esa ocasión no se registraron daños a la propiedad, pero sí se confirmó que fueron dichos menores quienes lanzaron el artefacto.
Otros casos profanación en municipio Tamboril
En abril de este año, un hombre profanó la iglesia San Isidro Labrador, del distrito municipal Canca La Piedra, del municipio de Tamboril. Por el hecho fue apresado José Ramón Ovalle, que sustrajo las copas para el cáliz. El obispo auxiliar de la arquidiócesis de Santiago, Tomás Morel, dijo que se trató de una profanación debido a que tiraron al suelo las hostias consagradas.