Santiago.— Este lunes, enfermeras del Hospital José María Cabral y Báez se congregaron enérgicamente en las instalaciones del centro médico para protestar contra la reciente desvinculación de 12 trabajadoras y un técnico de laboratorio. Las manifestantes, que se presentaron con cartelones y vociferando consignas, alegan que la medida es injusta y no está respaldada por la ley.
Según las enfermeras, varias de las desvinculadas están en proceso de jubilación debido a su larga trayectoria y años de servicio. En su protesta, resaltaron que la ley permite a los profesionales de la salud estar en dos posiciones simultáneamente, lo que, en su opinión, no ha sido respetado en este caso. Además, cuestionan la falta de pago a las auxiliares médicas, quienes desempeñaron un papel crucial durante la pandemia al preparar a personal calificado para atender a los infectados.
Las manifestantes destacaron que estas trabajadoras realizaron sacrificios significativos durante el período crítico de la pandemia, y consideran que su esfuerzo debería ser reconocido y valorado. En respuesta a la situación, las enfermeras han amenazado con llevar a cabo una huelga nacional si no se revierte la decisión y se reincorpora al personal afectado a la nómina.
La administración del hospital aún no ha emitido una declaración oficial sobre la protesta. Mientras tanto, el conflicto sigue generando preocupación entre los pacientes y la comunidad, que temen una posible interrupción de los servicios de salud.
Se espera que las negociaciones entre las autoridades del hospital y los representantes del personal se intensifiquen en los próximos días para resolver la situación y evitar mayores interrupciones en el servicio.