La audiencia fue aplazada para el próximo miércoles 28 de agosto a las 11:00 de la mañana
SANTIAGO (República Dominicana).- El Primer Tribunal Colegiado de este distrito judicial dio inicio al juicio contra el agente de la Policía Nacional imputado por el homicidio voluntario de un niño de 11 años a quien impactó de un balazo en el brazo izquierdo y el tórax, cuando, en un uso desmedido de la fuerza, accionó su arma de fuego en medio de la celebración del carnaval de Santiago el 12 de febrero del año 2023.
Ante el Colegiado, el representante del Ministerio Público, fiscal Pedro Martínez, presentó los cargos penales contra el imputado, el agente de la institución del orden Alejandro Castro Cruz, consistentes en la violación a los artículos 295, 304 y 309 del Código Penal Dominicano por el homicidio voluntario del menor de edad de iniciales D.J.M.T, así también por transgresión a los artículos 186, 2, 295 y 309 por abuso de autoridad contra particulares y por los golpes y heridas que infirió al padre del adolescente, Anthony Ysauri Martínez.
Del amplio legajo de pruebas que ha recolectado, la Fiscalía presentó las documentales, periciales y el audiovisual, último en el que recoge en detalles, los acontecimientos que tuvieron lugar la tarde del 12 de febrero del 2023 en la esquina que forman la calle Mella con avenida Las Carreras.
El Tribunal, presidido por el magistrado juez Juan Carlos Colón e integrado por las magistradas Claribel Mateo y Gladys de los Santos, decidió aplazar para el miércoles 28 de agosto el seguimiento del proceso.
Este día, se espera que sean conducidos a la sala para que aporten sus testimonios al proceso los peritos y testigos del Ministerio Público.
El órgano de justicia, además de las pruebas que fueron incorporadas en esta primera audiencia, presentará otros materiales y testimoniales que constituyen toda la fuerza
probatoria necesaria para lograr la imposición de una condena que podría ser de
hasta 20 años de prisión.
La investigación del hecho estuvo a cargo del fiscal titular Osvaldo Bonilla y del
Departamento de Asuntos Internos de la Fiscalía, que dirige el procurador de Corte Gerardo Ponce.
El Ministerio Público ha planteado que se trata de un hecho grave en el que el imputado, tras irrumpir en el lugar donde la familia de la víctima celebraba el carnaval, abusando de la autoridad que le confiere la ley, «violentó todos los protocolos de uso de la fuerza».
Sobre los hechos
En su investigación preliminar, el órgano de justicia ha podido establecer que el imputado, en una «actitud desafiante y agresiva, portando su arma de fuego visible”, ordena bajar el volumen de la música e intenta ocupar el cajón de música de un vehículo con el que amenizaban el encuentro, por lo que un testigo, atendiendo a esta orden, guardó la bocina en el vehículo.
Pese a ello, refiere el Ministerio Público, el agente policial insistió en llevarse la bocina, lo que desató una discusión, en la cual se involucró el padre del adolescente, Anthony Ysauri Martínez Martínez, a quien el imputado roció gas pimienta en los ojos.
La discusión continuó cuando el imputado se alejó con la bocina y, sin motivos aparentes, regresa y apunta con su arma manipulada a Martínez y al hacer contacto con este, dispara el artefacto, marca Taurus, 9 milímetros, impactando en el brazo izquierdo y en el tórax al menor de edad, ocasionándole la muerte, establece la Fiscalía.
Entre las pruebas se incluye el informe preliminar de la autopsia, emitida por el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif), que determinó que la causa de muerte del niño de 11 años fue «herida por proyectil de arma de fuego, muerte violenta, de etiología médico legal homicida, mecanismo choque hipovolémico».