Las nuevas tecnologías están al servicio de todo el mundo, y así cómo vemos en algunas industrias impulsadas por las innovaciones, también los ciberdelincuentes tienen más herramientas para cualquier tipo de estafa virtual. Día a día crecen y aparecen nuevas modalidades de fraudes: desde el clásico phishing, el novedoso quishing y la clonación de huellas dactilares, hasta el keylogging.
El malware tiene muchas formas y tamaños, y su amenaza en el ciberespacio es cada vez más incisivo. De acuerdo con el informe anual de Kaspersky sobre el panorama actual en Colombia, durante los últimos 12 meses el país registró 62.182.316 ataques de malware entre los que aparecen tendencias como el phishing, ransomware y el keylogging. Este último con características maliciosas particulares y difíciles de detectar.
Según el 2024 Sophos Threat Report, un estudio que analiza las últimas tendencias en ciberamenazas y los ataques más comunes a los que se enfrentan las empresas, en 2023, casi el 50 % de los programas maliciosos detectados para las PYMES eran keyloggers, spyware y stealers, programas maliciosos que los atacantes utilizan para robar datos y credenciales.