Los centros de vacunación siguen recibiendo a cientos de personas que acuden a vacunarse por primera vez o a completar el esquema de inoculación de dos dosis contra el covid-19.
Desde que el Ministerio de Salud Pública (MSP) anunció que los mayores de 12 años debían estar vacunados para acceder a espacios públicos, los puestos habilitados para colocar el fármaco están como en los inicios del proceso.
Tal escenario se pudo observar en la parroquia Nuestra Señora del Sagrado Corazón en Los Prados, donde adolescentes en compañía de sus padres, adultos y envejecientes asistieron a administrarse el biológico.
Al templo religioso también se dieron cita inmigrantes haitianos, quienes acudieron en masa para asegurar el antígeno que reduce la posibilidad de contagio y garantiza la entrada a centros comerciales, supermercados y bancos.
De igual manera, la concurrencia de personas fue masiva en el hospital Francisco Moscoso Puello.
Allí se presentó Cristina Jiménez, quien fue a llevar a su hija de 16 años a inyectarse por primera vez con el preparado anticoronavirus.
La dama resaltó que fue a vacunar a su descendiente porque en la escuela le estaban exigiendo la inoculación, ya que es pasante de enfermería.
La joven madre se sumó a las voces que entienden que la vacuna no debe ser obligatoria; sin embargo, subrayó que la decisión de las autoridades busca proteger a la ciudadanía.
“No se puede obligar a las personas a ponerse algo en su cuerpo que ellos no quieren, pero si es por su salud, yo voy de acuerdo”, puntualizó.
Faustino Castro de 47 años, asistió por decisión propia a colocarse la segunda dosis. No obstante, dijo que forzar la vacunación puede causar inconvenientes a aquellos que por alguna situación de salud no se pueden aplicar el suero.
En el país hay 12 millones 610 mil 761 vacunados, de los cuales, 6 millones 372 mil 529 tienen la primera y 5 millones 121 mil 120 la segunda.
Tomado del periódico El Caribe