Internet se ha convertido, a golpe de implantación, en una de las herramientas de conocimiento y comunicación más importantes. Sin embargo, eso no implica que se trate de un ecosistema libre de riesgos. Ni mucho menos. Para poder mantener a salvo los datos que, día sí y día también, compartimos cuando navegamos por su interior es capital tomar medidas. Especialmente si queremos evitar que esos datos acaben en manos de ciberdelincuentes.
Una de las cosas que podemos hacer para mejorar nuestra privacidad de acuerdo con los expertos de ciberseguridad, especialmente en lo que se refiere a entornos corporativos, es utilizar un proxy: una tecnología que hace de intermediario entre nuestro equipo y el servidor al que intentamos conectarnos y
evita que sepa que somos nosotros los que nos estamos conectando. Además, puede servir para controlar los sitios a los que un internauta puede conectarse.
«Generalmente se emplea para regular el tráfico en internet y limitarlo en ciertos sitios», explica a ABC el ‘hacker’ ético Deepak Daswani. «Puede servir para limitar el acceso a sitios que no nos interesa que se visiten, como páginas de juego o pornografía», completa el experto, que destaca su uso como sistema de control parental como una de las funcionalidades más interesantes que puede tener para un usuario corriente. Pero esta no es la única.
Gracias a su empleo, es posible proteger nuestra información mediante la anonimización de nuestra dirección IP. Además, puede bloquear cookies, scripts y otros elementos que puedan resultar peligrosos e impedir que nuestra navegación sea privada. Aunque, evidentemente, para cumplir con las expectativas deben contar con una serie de requisitos.
«Para que un proxy sea seguro debe tener un sistema de autenticación. Lo que implica que tiene que tener usuario y contraseña y estar actualizado a la última versión del software», apunta Daswani. El ‘hacker’ expresa que, en caso de que un proxy estuviese abierto «podría utilizarse para que un tercero camuflase su IP y emplease la tuya para realizar ataques en la red».
En la Red hay una amplia variedad de herramientas para navegador de este tipo disponibles de forma gratuita. Sin embargo, lo más recomendable es acudir a uno que esté desarrollado por una firma de seguridad para mejorar la privacidad de los sistemas. Especialmente en lo que se refiere a su uso por parte de empresas. Sea como fuere, como recuerdan desde el Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe), en función del fabricante del dispositivo en el que queremos emplearlo deberá configurarse de una forma u otra.
Cómo configurarlo en Windows 10 y macOS
Para emplear un proxy en la conexión de un dispositivo con Windows 10, deberemos hacer ‘clic’ en la tecla que recoge el símbolo de Windows, que es el que permite acceso a la ‘Configuración’ del sistema. Una vez ahí, tendremos que buscar el apartado en el que pone ‘Red e internet’, que es donde aparece la opción de ‘Proxy’. Para comenzar su configuración hay que activar ‘Usar servidor proxy’.
A continuación, deberemos introducir la dirección IP además del puerto del servidor proxy que queramos utilizar. Además, se permite incluir páginas y servicios web que deseamos excluir de nuestra navegación.
En caso de que el dispositivo sea un Mac de Apple y, por tanto, utilice macOS como sistema operativo, hay que seleccionar el menú Apple, ir a ‘Preferencias del Sistema’ y hacer clic en la opción ‘Red’. Una vez especifiquemos el servicio de red que empleamos, si es WiFi o cable ethernet, iremos a ‘Avanzado’ y ‘Proxies’. Tras esto, se nos da la opción de seleccionar el proxy que queremos emplear de forma automática o manual.
«Si tu administrador de red te proporciona la dirección de un archivo de configuración de proxy automática (PAC), selecciona ‘Configuración’ de proxy automática” e ingresa la dirección del archivo PAC en el campo URL», expresan desde Apple sobre el proceso para hacerlo de forma automática. Si lo hacemos de forma manual, el procedimiento es bastante parecido a Windows 10; habrá que seleccionar el proxy que deseamos utilizar y añadir la contraseña para su empleo.
Para acceder a la configuración del proxy del dispositivo también podemos emplear un navegador. Por ejemplo, en Google Chrome tendremos que abrir el apartado de ‘Configuración’, ir a ‘Configuración avanzada’, ‘Sistema’ y, por último, ‘Abrir la configuración de proxy de tu ordenador’. En Safari, sin embargo, hay que ir a la barra de tareas de nuestro navegador y seleccionar Preferencias > Avanzado, y después en ‘Proxies’ haremos ‘clic’ en ‘Cambiar ajustes’. Si utilizamos Edge, tendremos que dirigirnos a ‘Menú’> ‘Configuración’ > ‘Ver configuración avanzada’ > ‘Abrir la configuración de proxy’.
Tomado de ABC