Si hay un fruto seco típico en esta época del año es, sin duda, la castaña. Con un gran efecto saciante, este fruto seco procedente de los castaños, unos árboles de la familia de las fagáceas, contiene importantes propiedades nutricionales beneficiosas para el organismo.
Tal y como explica la Fundación Española de la Nutrición (FEN), las castañas son fuente de fibra y ricas en hidratos de carbono complejos, por lo que constituyen una importante fuente de energía en la dieta diaria.
Estos compuestos son en su mayoría almidones, lo que hace que el nivel glucémico sea medio-bajo y beneficioso para «los deportistas que requieren un aporte de glúcidos o carbohidratos mantenido», destaca en un artículo la nutricionista Elena Pérez Montero, del Complejo hospitalario Ruber Juan Bravo y del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid.
¿Qué beneficios aporta a la salud?
Se trata de un alimento básico de nuestra dieta que, además, es rico en vitaminas y minerales. De hecho, «nos aportan elevadas cantidades de vitaminas B1, B3, B6 y ácido fólico». Por tanto, tiene importantes propiedades antioxidantes necesarias para ayudar al sistema inmunológico a combatir la acción perjudicial de radicales libres.
Por otro lado, poseen un menor contenido en grasas y su aporta calórico también es inferior al de otros frutos secos de esta época. En este sentido, añade la FEN, gracias a estas propiedades y a que su contenido en agua es bastante elevado (en torno al 50%), la castaña apenas contiene calorías.
Al ser ricas en fibra tienen un potente efecto prebiótico, son altamente recomendables para tratar los síntomas del estreñimiento y su consumo «ayuda a solventar problemas intestinales», añade la nutricionista Elena Pérez Montero.
Respecto a los minerales, las castañas son fuente de fósforo, potasio y, en menor proporción, contienen calcio, hierro, magnesio y zinc. Por ello, «se le atribuyen propiedades antiinflamatorias y vasculares», añade la experta. Así, su consumo es realmente beneficioso para personas que padezcan hipertensión, problemas renales, anemia o para mujeres que se encuentren en periodo de lactancia.
Cabe destacar que las castañas crudas contienen taninos, por lo que su ingesta puede provocar molestias digestivas. De esta manera, «se recomienda que una vez recogidas sean almacenadas durante siete o 10 días, para que disminuyan los contenidos en taninos y el amidón se transforme en azúcares más asimilables», explican desde la FEN.
Tomado de https://www.20minutos.es/