Con el tiempo, la ciencia va desmontando mitos sobre nuestra salud, algunos incluso basados en investigaciones previas que con los nuevos conocimientos quedan obsoletas. Esto es algo positivo, especialmente si tenemos en cuenta que algunos de estos mitos pueden incluso resultar perjudiciales.
Por ejemplo, e incidiendo en la importancia de mantenernos adecuadamente hidratados, durante décadas se ha venido recomendando a las personas que beban ocho vasos de agua diarios. Ahora, una investigación de gran cohorte publicada en el prestigioso medio académico Science desmonta esta recomendación.
Cada persona es diferente
Los autores, adscritos al Instituto Nacional de Innovación Biomédica, Salud y Nutrición de Japón, midieron el tiempo que tardaba el agua en circular por el cuerpo de cada participante. La conclusión a la que llegaron es bastante lógica: cada persona elimina el agua a una velocidad diferente (en función de parámetros como la edad, el sexo o el nivel de actividad física) por lo que la cantidad de agua que debe beber cada uno también es diferente.
En cualquier caso, lo que sí que encontraron es que salvo en una serie de casos especiales (personas que viven en climas cálidos y húmedos o en altitudes elevadas, atletas, mujeres embarazadas y lactantes) beber ocho vasos de agua (entre dos y tres litros al agua) resulta excesivo: una recomendación más generalizable sería entre 1,5 y 1,8 litros diarios.
Intoxicación por exceso de agua
Hay que apuntar que no se trata de la primera investigación en indagar sobre esta cuestión, y estos autores no son los primeros que concluyen que beber dos o tres litros de agua diarios puede resultar excesivo. La preocupación parte del peligro para la salud que puede resultar de beber demasiada agua.
En condiciones normales, el cuerpo simplemente va a excretar el exceso en forma de orina y sudor. No obstante, en casos concretos o ante consumos realmente excesivos de agua, puede producirse hiponatremia, que es el nombre que recibe la ‘intoxicación’ por exceso de agua.
Eso sí, en la inmensa mayoría de los casos la hiponatremia se produce en personas que tienen limitada la capacidad renal, por lo que es esta demografía la que debe ser más cautelosa. Un ejemplo famoso, según un reciente estudio llevado a cabo por la Fundación Jiménez Díaz, lo tendríamos en el actor Bruce Lee, que habría fallecido por este motivo.