Un informe reconoce la ausencia de datos, pero señala que, como ocurrió con el tabaco, sus posibles consecuencias sobre la salud serán a largo plazo
Cada vez hay más investigaciones que revelan que el consumo de cigarrillos electrónicos conlleva riesgos para la salud. Por ello, los expertos creen esencial llevar a cabo estudios sobre su impacto a largo plazo en el corazón y los pulmones. Y, según advierte la American Heart Association en un artículo en «Circulation», se necesitan con urgencia, ya que la cantidad de personas que usan estos sistemas electrónicos de suministro de nicotina, ha crecido exponencialmente, especialmente entre jóvenes y adultos jóvenes.
La nueva declaración detalla los últimos datos y tendencias, identifica los impactos actuales en la salud, destaca la evidencia científica básica y clínica existente en torno a los cigarrillos electrónicos y recomienda prioridades de investigación para comprender mejor a corto y largo plazo los efectos sobre la salud del uso de cigarrillos electrónicos.
Los productos de vapeo, también conocidos como cigarrillos electrónicos, son sistemas que funcionan con baterías que calientan una solución líquida, o líquido electrónico, para crear un aerosol que se inhala hacia los pulmones. La mayoría de las formulaciones de e-líquido suministran nicotina, que se sabe que tiene efectos negativos para la salud, así como fuertes propiedades adictivas.
Los productos también pueden contener otras sustancias, más comúnmente tetrahidrocannabinol (THC), el elemento psicoactivo del cannabis, así como metanfetamina, metadona o vitaminas. Los líquidos también incluyen humectantes (vehículos higroscópicos como el propilenglicol y el glicerol vegetal) que actúan como solventes y crean un aerosol o vapor de agua, agentes saborizantes, agentes refrescantes como el mentol y edulcorantes, además de metales del serpentín de calentamiento y otros compuestos químicos.
«Los cigarrillos electrónicos liberan numerosas sustancias que son potencialmente dañinas, incluidas sustancias químicas y otros compuestos que probablemente el usuario no conozca o entienda. Hay investigaciones que indican que los cigarrillos electrónicos que contienen nicotina están asociados con cambios agudos en varias medidas hemodinámicas, incluidos aumentos en la tensión arterial y la frecuencia cardíaca», Jason J. Rose, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland en Baltimore.
Además, añade, «se han realizado investigaciones que indican que incluso cuando la nicotina no está presente, los ingredientes de los cigarrillos electrónicos, en particular los agentes saborizantes, conllevan de forma independiente riesgos asociados con enfermedades cardíacas y pulmonares en animales».
El informe subraya especialmente a uno de los efectos ya reportados del uso de cigarrillos electrónicos tipificada como ‘Lesión pulmonar asociada al uso de productos de cigarrillos electrónicos o vapeo’ (EVALI en inglés). EVALI fue reconocida por primera vez como una patología por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. en 2019, cuando se produjeron aproximadamente 2.800 hospitalizaciones entre usuarios de cigarrillos electrónicos en menos de un año.
En el caso de las hospitalizaciones de EVALI, se ha implicado al acetato de vitamina E como el ingrediente que probablemente causa la enfermedad. Esta sustancia se usa como agente espesante en algunos líquidos de cigarrillos electrónicos.
Más estudios
1 El informe enfatiza una necesidad crítica de conocimiento e investigación en:
2 Conocimiento sobre los efectos graves y potencialmente a largo plazo de los cigarrillos electrónicos en el corazón, los vasos sanguíneos y los pulmones.
3 Estudios que incluyan pacientes con enfermedades cardiopulmonares preexistentes, como enfermedad de las arterias coronarias o enfermedad pulmonar obstructiva crónica, para evaluar y comparar los resultados entre los usuarios de cigarrillos electrónicos en comparación con los fumadores tradicionales, y aquellos que usan cigarrillos electrónicos junto con los tradicionales (denominados usuarios duales) y no fumadores.
4 Investigación más profunda sobre los ingredientes químicos comunes en los cigarrillos electrónicos y los efectos que tienen de forma independiente sobre la salud pulmonar y cardíaca.
5 Estudios clínicos para estudiar los riesgos y beneficios potenciales de los cigarrillos electrónicos como alternativas a los cigarrillos combustibles tradicionales.
6 Dado que el impacto a largo plazo en la salud de los cigarrillos electrónicos puede tardar décadas en manifestarse, se necesitan más estudios moleculares y de laboratorio mientras tanto para ayudar a determinar las implicaciones biológicas del uso de cigarrillos electrónicos.
Los estudios que evalúan el impacto específico que tienen los cigarrillos electrónicos en los ataques cardíacos y los accidentes cerebrovasculares son limitados. Se han realizado muchas investigaciones sobre el uso de cigarrillos electrónicos en personas que también han usado o estaban usando cigarrillos tradicionales. Además, se han centrado en adultos más jóvenes que tienen una baja incidencia de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.
Un análisis reciente del estudio Evaluación de la población adulta sobre el tabaco y la salud (PATH, por sus siglas en inglés) encontró una asociación estadísticamente significativa entre el uso anterior o actual de cigarrillos electrónicos en el momento en que los participantes se inscribieron en el estudio y el desarrollo de una enfermedad respiratoria incidente (enfermedad pulmonar obstructiva crónica/ EPOC, bronquitis crónica, enfisema o asma) en los siguientes dos años.
El informe hace referencia también a numerosas investigaciones que indican un rápido aumento desde 2010 en la cantidad de personas que alguna vez usaron cigarrillos electrónicos o que actualmente usaban los dispositivos, y la mayoría de esos usuarios eran fumadores actuales o anteriores de cigarrillos tradicionales.
Se estima que, hoy día, los cigarrillos electrónicos son el producto de tabaco más utilizado entre los jóvenes, en particular los estudiantes de secundaria. En EE.UU, casi 3 de cada 4 jóvenes que usan cigarrillos electrónicos informan exclusivamente que usan productos de cigarrillos electrónicos con sabor. Esta alta tasa de uso por parte de los jóvenes hace que sea fundamental evaluar los efectos en la salud a corto y largo plazo de estos productos, según el comunicado.
«Se desconocen los riesgos a largo plazo del uso de cigarrillos electrónicos, pero si los riesgos del uso crónico son como los cigarrillos combustibles, o incluso si los riesgos se reducen pero aún están presentes, es posible que no los observemos durante décadas. Lo que es igualmente preocupante es que los estudios muestran que algunos jóvenes que usan cigarrillos electrónicos continúan usando otros productos de tabaco, y también existe una correlación entre el uso de cigarrillos electrónicos y los trastornos por uso de sustancias», se lamenta Rose.
Los cigarrillos electrónicos son el producto de tabaco más utilizado entre los jóvenes, en particular los estudiantes de secundaria
Algunos expertos proponen el uso de cigarrillos electrónicos como herramienta para dejar de fumar.
El informe reconoce que hay poca investigación en este área pero considera que cualquier beneficio que los cigarrillos electrónicos puedan ofrecer para ayudar a las personas a dejar de fumar o de usar productos de tabaco debe equilibrarse con los riesgos potenciales para la salud conocidos y desconocidos de los productos, incluido la dependencia a largo plazo de estos productos.
«Las compañías de cigarrillos electrónicos han sugerido que sus productos son una forma de dejar de fumar cigarrillos tradicionales. No hay pruebas sólidas que respalden esto más allá de cualquier beneficio a corto plazo. La falta de datos científicos de seguridad a largo plazo sobre el uso de cigarrillos electrónicos, junto con el potencial de adicción a los productos de cigarrillos electrónicos que se observa entre los jóvenes, son algunas de las razones por las que la American Heart Association no recomienda el uso de cigarrillos electrónicos para los esfuerzos para dejar de fumar», añade Rose Marie Robertson.