En los últimos años hemos ido ampliando enormemente nuestro conocimiento sobre la patología de las migrañas, lo que nos ha permitido incluso desarrollar fármacos específicos para este tipo particular de cefalea.
En esta línea, un nuevo estudio llevado a cabo mediante el análisis de imágenes del cerebro de pacientes ha revelado que las personas con migraña presentan una serie de cambios característicos en la anatomía del cerebro.
Espacios perivasculares agrandados
En este trabajo, que se presenta durante esta semana en la reunión anual de la Sociedad Radiológica de Norteamérica y cuyos resultados se reportan en el portal EurekAlert!, los autores detallan haber observado un agrandamiento de los espacios perivasculares en los pacientes que sufren migraña crónica o migraña episódica sin aura.
Concretamente, señalan que «en las personas con migraña crónica y migraña episódica sin aura, existen cambios significativos en los espacios perivasculares de una región cerebral llamada centro semioval». Esta región está formada por sustancia blanca y está situada entre la corteza cerebral y los núcleos grises centrales; así, existen dos centros semiovales, uno en cada lado del cerebro.
Los espacios perivasculares, a su vez, son espacios llenos de fluido que rodean los vasos sanguíneos del cerebro. Se encuentran más comúnmente en los ganglios basales (estructuras subcorticales de sustancia gris que intervienen en la motricidad) y en la materia blanca así como a lo largo del tracto óptico (el recorrido del nervio óptico). No es raro que se vean afectados por varios factores, incluyendo anormalidades en la barrera hematoencefálica (un ‘filtro’ que determina el intercambio de sustancias entre la sangre y el cerebro) o la inflamación. Por ejemplo, el agrandamiento de estos espacios puede ser indicativo de una enfermedad de los vasos pequeños subyacente.
Un posible problema en la ‘limpieza’ del cerebro
Para determinar la asociación entre la migraña y el agrandamiento de los espacios perivasculares, los autores emplearon una técnica de imagen llamada resonancia magnética de campo ultra-alto 7T, con la que observaron el cerebro de pacientes sanos y con diferentes tipos de migraña.
La ventaja de esta técnica, argumentan, es que permite una resolución mucho mayor que otros procedimientos de resonancia magnética, con lo que permite catalogar cambios mucho más pequeños en el tejido cerebral.
Un análisis estadístico de estas imágenes reveló que los pacientes c on migraña presentaban más número de espacios perivasculares agrandados en el centro semioval respecto a los controles sanos. Esto, creen, podría sugerir una disrupción glinfática (el sistema glinfático es una estructura cere1bral recientemente descubierta que funciona como vía de limpieza para los deshechos metabólicos del cerebro). Eso sí, lo que no está claro es si la migraña provoca estas lesiones o, por el contrario, si son las lesiones las que provocan la migraña.