Está más que demostrado científicamente que la práctica habitual de ejercicio físico es beneficiosa para la salud, sin importar el momento del día en que se realice. Sin embargo, un nuevo estudio ha descubierto ahora que los entrenamientos de mañana y de noche afectan de manera diferente al cuerpo y a la mente, así como a hombres y a mujeres.
Investigadores de la Universidad Skidmore, en Nueva York, llevaron a cabo un experimento que incluyó a 30 mujeres sanas y activas y a 26 hombres con las mismas características, todos con edades comprendidas entre los 25 y 55 años, que participaron en un estricto programa de dieta y entrenamiento.
A lo largo de 12 semanas, la rutina estaba distribuida de la siguiente manera: cuatro días de ejercicio, donde los participantes hacían sprints, entrenamiento de resistencia, fuerza, equilibrio o estiramientos, y otros tres días de descanso, que correspondían a los miércoles, sábado y domingo.
Para comprobar las diferencias entre la práctica deportiva de mañana o de tarde-noche, la mitad del grupo realizó sus ejercicios diarios de una hora antes del desayuno, mientras que la otra mitad hizo su rutina antes de la cena, por la noche, explican los investigadores de este estudio, publicado recientemente en Frontiers in Physiology.
Aunque todos mostraron mejoras significativas en su salud y estado físico, los ejercicios tuvieron resultados distintos si se efectuaban de mañana o de noche, especialmente en el caso de las mujeres.
En concreto, todas las participantes femeninas redujeron la grasa corporal total, la grasa abdominal y de la cadera, así como la presión arterial durante la prueba, pero estas mejoras fueron mayores en las mujeres que hicieron ejercicio por la mañana, explican en un comunicado.
En cambio, solo los hombres que hicieron ejercicio por la noche mostraron una disminución en su relación de colesterol total a HDL (llamado colesterol bueno), en la presión arterial, o en la relación de intercambio respiratorio y oxidación de carbohidratos, ya que la grasa se convirtió en la fuente de combustible preferida, indican.
Basándose en estos hallazgos, explica el investigador principal del estudio, Paul Arciero, «las mujeres interesadas en reducir la grasa abdominal y la presión arterial, al tiempo que aumentan la fuerza muscular de las piernas, deberían considerar hacer ejercicio por la mañana. Sin embargo, las mujeres interesadas en ganar fuerza, potencia y resistencia muscular en la parte superior del cuerpo, además de mejorar el estado de ánimo general y la ingesta de alimentos, el ejercicio nocturno es la opción preferida», sostiene este investigador, profesor del Departamento de Ciencias Fisiológicas Humanas y de la Salud de la Universidad Skidmore.
Por el contrario, «el ejercicio nocturno es ideal para los hombres interesados en mejorar la salud cardíaca y metabólica, así como el bienestar emocional», concluye Arciero.
Tomado de 20 Minutos