El presidente de Azerbaiyán, Ilham Alíev, ha reiterado que la única forma de detener los choques armados es que las fuerzas armenias se retiren totalmente de Nagorno Karabaj. «Se nos tiene que entregar un calendario para la retirada de Armenia de los territorios ocupados con la fecha de desalojo de cada territorio», manifestó ayer en una entrevista al canal turco TRT.
En la víspera, en declaraciones a la cadena árabe Al Arabiya, Alíev exigió a los armenios una hoja de ruta «que no quede solo en palabras sino que vaya acompañada de hechos concretos». Según subrayó ayer, «algunos mediadores solo quieren un alto el fuego (…) pero ya hay uno vigente desde 1994 y no sirvió para resolver el conflicto». El presidente azerbaiyano dijo que durante años recibió «promesas vacías» de la Comunidad Internacional de que el contencioso se arreglaría. También señaló que parar ahora la ofensiva daría tiempo a los armenios «para reagruparse y recuperar fuerzas».
Por noveno día consecutivo, continuaron ayer los enfrentamientos armados en Nagorno Karabaj mientras los bombardeos, según Bakú, se extienden también a ciudades azerbaiyanas situadas en una relativa cercanía del disputado enclave. Ambas partes se acusan mutuamente de estar masacrando a los civiles. Stepanakert, la capital de Nagorno Karabaj, volvió ayer a ser bombardeada masivamente desde por la mañana.
El Ministerio de Defensa armenio sostuvo que el Ejército azerbaiyano está arrasando Stepanakert con lanzaderas «Smerch» y «Polonez», que disparan cohetes de fabricación turca. La misma fuente aseguró que las unidades azerbaiyanas avanzan también en el sector sur de Nagorno Karabaj. Sin embargo, el Ministerio de Defensa azerbaiyano afirmó que son las fuerzas karabajíes las que están bombardeando Guiandzhá, la segunda ciudad más importante del país, y otras localidades azerbaiyanas.
El Ministerio de Exteriores azerbaiyano informó de 24 civiles muertos y más de 120 heridos en los ataques lanzados desde Nagorno Karabaj. El ministro de Exteriores turco, Mevlut Cavusoglu, le dijo ayer al secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, con el que se reunió, que «Armenia ataca directamente a civiles, lo que es ante todo un crimen de guerra».
El Gobierno armenio, por su parte, insistió ayer que, desde el comienzo de las hostilidades, el pasado 27 de septiembre, perecieron en Nagorno Karabaj 21 civiles y resultaron heridos 82. Además de la capital karabají, la otra ciudad más afectada está siendo Shusha, situada un poco más al sur.
El presidente de Nagorno Karabaj, Araik Aratunián, según su portavoz, Vagram Pogosián, ha pedido a los civiles que habitan Stepanakert y Shusha que se vayan «para evitar posibles víctimas». Pogosián escribió también en su cuenta de Facebook que «por razones tácticas, en algunos sectores del frente nuestras fuerzas han retirado soldados para evitar bajas inútiles y hacer más daño al adversario», aunque no aclaró en qué zonas concretas ha habido repliegue.
Tomado de https://www.abc.es