El gobierno ejecuta un plan piloto de microrredes de generación renovable como solución, a corto plazo, a la falta de suministro eléctrico en comunidades rurales de la zona fronteriza, donde el servicio es nulo al igual que otros servicios básicos.
Entre las provincias de Pedernales, Independencia, Elías Piña, Dajabón, Montecristi, Santiago Rodríguez y Bahoruco hay 50 comunidades donde es casi imposible expandir la red de transmisión eléctrica por su alto costo, por lo que es más eficiente instalar pequeñas redes aisladas de paneles solares, explicó ayer Víctor Mercedes, encargado de Energía Alternativa del Ministerio de Energía y Minas.
El experto participó, junto con otros funcionarios, en un taller sobre microrredes fotovoltaicas organizado por la Sociedad Alemana para la Cooperación Internacional (GIZ), donde se conversó sobre proyectos sostenibles de autogestión energética y sus bondades.
Luego de un levantamiento de las condiciones del terreno y la densidad poblacional, un equipo de Energía y Minas determinó el costo de eficiencia en la zona, donde hay áreas montañosas y de escasos recursos para el mantenimiento del sistema general. Concluyó que una inversión en microrredes es más eficiente para el gobierno.
Alto costo para autogestión
El costo promedio de las pequeñas instalaciones fotovoltaicas oscila entre los 13 millones y 35 millones de pesos, dependiendo de la zona en la que se vaya a ubicar y el nivel de compromiso de los comunitarios con los que se puede disminuir el gasto en mano de obra, indicó Mercedes.
Resaltó que, si bien es costoso hacer dichas inversiones, es un proceso que a largo tiempo va rindiendo sus frutos. De hecho, aseguró que en el país hay 37 proyectos individuales a base de generación con paneles solares, los cuales están distribuidos en zonas rurales de bajos recursos.
En ese orden, destacó que también hay proyectos microhidroeléctricos, los cuales ascienden a 52, los cuales inyectan una energía más economíca que la de los paneles solares. La dificultad radica en que depende del recurso hidráulico.
Sobre la diferencia de costos entre la instalación de microrredes y las individuales es que las micro son más costosas, pero su modelo de autogestión hace que sea más eficiente, mientras que las redes individuales responden a otro tipo de gestión y se ubican en estructuras como centros educativos y de salud, y otros espacios de servicio.
Piloto de microrred en provincia Independencia
El primer proyecto piloto se ejecuta en Sabana Real, una pequeña comunidad de Independencia, donde los ciudadanos contarán con una red fotovoltaica aislada y de autogestión con la que podrán tener energía las 24 horas del día por un precio aproximado de 10 pesos diarios o su equivalente a 300 pesos mensuales. La obra tuvo una inversión inicial de 35 millones de pesos.
El pago será calculado con base a una tarifa fija, calculada de manera especial para los munícipes de la zona, quienes no generan recursos suficientas para pagar el costo real del servicio eléctrico, los fondos servirán para el mantenimiento de los equipos.
La información la destacó Miguel Santana, gerente de Desarrollo e Innovación de la empresa distribuidora de electricidad Edesur Dominicana, encargada del proceso de instalación y concientización del uso responsable del recurso.
«El proceso de construcción está muy avanzado. Ya lleva un 40 % ejecutado y se espera su inauguración para finales de agosto de este 2023», calculó Santana.
Edesur se encargará también del monitoreo de suministro para la gestión de cobros, cuyos fondos serán utilizados para el mantenimiento de la microrred, creando mayor nivel de conciencia en los beneficiarios.
Alianzas público-privadas
Alternativa para avanzar proyectos
El director de Proyecto Transición Energética, Clemens Findeisen, consideró como una alternativa para la electrificación rural el poder integrar el sector público y el privado para acelerar la cantidad de soluciones integrales.
Precisó que no se trata de una alianza comercial, sino de una responsabilidad social con un retorno mínimo de autogestión para agregar el componente de apropiación de los comunitarios para garantizar la duración de los proyectos.
Además, aseguró que un sistema eléctrico es un potencializador de micronegocios, los cuales dinamizan la economía y fomentan el retorno de las personas oriundas de la provincia a impactar, por el alto componente de mejora en la calidad de vida.