El exceso de calor es peligroso para cualquier persona, pero especialmente para pacientes con ciertas patologías, ya que altera los sistemas de termorregulación y aumenta considerablemente la fragilidad general del organismo.
Con las temperaturas disparadas en España, los golpes de calor se vuelven aún más peligrosos de lo que podemos esperar, especialmente en ciertos grupos de población con enfermedades crónicas graves de base. La insuficiencia renal, las enfermedades cardiovasculares, el colesterol alto o la diabetes son patologías que, en contacto con un excesivo calor, pueden alterar los sistemas de termorregulación del organismo.
Como explica a 20minutos Gonzalo Valdés Acitores, Licenciado en Farmacia, «el golpe de calor es una situación potencialmente mortal que provoca una temperatura corporal muy elevada y un fallo de múltiples sistemas de órganos. Puede poner en riesgo la vida, si provoca daños en el cerebro y otros órganos vitales».
¿Cuáles son los grupos de riesgo ante un golpe de calor?
Las personas que pueden sufrir de una manera más intensa (y peligrosa) los golpes de calor que son consecuencia de las altísimas temperaturas que estamos sufriendo este verano, son aquellas que tienen enfermedades de base crónicas y graves. Las más importantes, según nos explica el experto, son las siguientes.
La insuficiencia renal grave aumenta los peligros derivados del calor porque expone a quienes la padecen a mayores cambios de presión. Es importante controlar la presión y el peso con frecuencia, informando a nuestro médico en caso de pérdida de peso excesiva o caídas significativas de la presión arterial.
Por otra parte, las personas con enfermedades cardiovasculares también corren un alto riesgo. El corazón y los vasos sanguíneos se ponen a prueba por el calor. Quienes ya han sufrido infartos o un ictus, pueden ser víctimas de arritmias o insuficiencia cardíaca. El colesterol alto es otro de los motivos por los que los golpes de calor se vuelven potencialmente peligrosos, puesto que quienes tienen estos valores descontrolados pueden tener más difícil tolerar las altas temperaturas.
Complicaciones del colesterol (malo) elevado ante el calor
Los golpes de calor pueden desequilibrar todo nuestro sistema, principalmente el cardiovascular. Según recientes estudios, más del 50% de la población española adulta tiene niveles de colesterol alto, por encima de los 200mg/dl. Además, 7 de cada 10 españoles no se han hecho nunca una revisión, según encuesta realizada por la Fundación Española del Corazón (FEC).
Tener el colesterol alto de forma sostenida puede derivar en muchas complicaciones, siendo el ataque cardíaco y el accidente cerebrovascular (o derrame) algunas de las más peligrosas. La forma más eficaz de controlar esta patología en sus primeras etapas es cambiar el estilo de vida hacia uno más activo y saludable.
Entre los consejos de los expertos destacan evitar el tabaco; moderar el consumo de alcohol (aumenta los triglicéridos en sangre que afectan al aparato circulatorio y al corazón); hacer ejercicio a diario; y elegir productos naturales que ayuden a controlar los niveles de colesterol.
¿Qué me pasa cuando sufro un golpe de calor?
Entre los principales síntomas que experimentan las personas que están siendo víctima de un golpe de calor severo están la fiebre superior a los 40 grados, los cambios en el estado mental o el comportamiento (confusión, agitación y balbuceo) y la piel caliente y seca, así como una sudoración excesiva.
Otras reacciones que podemos observar son náuseas y vómitos, piel enrojecida, pulso acelerado, respiración rápida, dolores de cabeza… y en sus manifestaciones más extremas, desmayos y convulsiones.
En la medida de lo posible, no te expongas
Existen acciones sencillas pero vitales que podemos seguir para prevenir un golpe de calor durante una temperatura extremadamente alta en personas de alto riesgo. Desde Lanier Pharma, Gonzalo Valdés recomienda evitar la exposición al sol en las horas centrales del día (de 12 a 17 horas) y, en general, evitar exposiciones prolongadas o dormir al sol.
Si la persona vulnerable siente cansancio o mareo, conviene trasladarla a un lugar fresco, además de asegurarnos de que permanezca hidratada. Los golpes de calor (y las quemaduras de la piel) se evitan también cubriendo adecuadamente la piel, la cabeza y los ojos con ropa y sombreros, así como con gafas de sol homologadas.
Para que la piel pueda transpirar, no se trata de cubrirla con cualquier prenda. Debemos tener cuidado de que sean prendas ligeras que permitan la correcta transpiración, el principal mecanismo de refrigeración de nuestro organismo. Tampoco se debe abusar de las comidas altas en grasas o demasiado calientes.
Primeros auxilios si presencias un golpe de calor
Si alguien de riesgo presenta un golpe de calor, debes llamar lo más pronto posible a tu número de emergencia local. Luego, aleja a la persona del calor de inmediato e intenta refrescarla.
Entre los primeros auxilios que recomienda el experto están: poner al paciente en una bañera con agua fría o darle una ducha de agua fría; rociarla con una manguera en el jardín; colocarle toallas frías en el cuello, las axilas y la ingle. También puedes cubrirla con sábanas frías y húmedas. Si permanece consciente, ofrécele agua fresca u otra bebida sin alcohol ni cafeína.