Aproximadamente 1 de cada 3 personas de entre 50 y 90 años padecerá herpes zóster a lo largo de su vida.
Las consultas al Dr. Google sobre el herpes zóster son cada vez más numerosas. Entre ellas, destacan las referentes a la forma del contagio, cuándo preocuparse si aparece el herpes zóster o cuáles son los síntomas de esta infección.
¿Qué es el herpes zóster y cuál es la diferencia entre los diferentes tipos de herpes?
El herpes zóster es una enfermedad causada por la reactivación del virus de la varicela zóster, virus del cual nos infectamos normalmente en la infancia. Cuando este virus nos infecta por primera vez, causa la varicela y, tras superarla, el virus se queda latente o dormido en nuestro organismo pudiendo reactivarse en la edad adulta en forma de herpes zóster.
El herpes zóster, además, no es el único tipo de herpes que podemos sufrir. La familia de los herpes virus comprende varios virus causantes de distintos herpes, desde el virus del herpes simple 1 o 2, causante de herpes labiales y genitales, respectivamente, hasta el virus del herpes simple 3 o virus de la varicela zóster, entre otros.
Herpes zóster: contagio, diagnóstico y tratamiento
Aunque el herpes zóster como tal no se puede contagiar de una persona a otra, sí se puede contagiar el virus varicela zóster a personas que no hayan padecido la varicela.
Estas personas desarrollarán la varicela pero no el herpes zóster y, después de padecer la primera infección, estarán en riesgo de tener un herpes zóster.
Se debe tener especial cuidado con las personas que nunca hayan estado en contacto con el virus, sobre todo en el caso de embarazadas e inmunodeprimidos, ya que estos tienen un mayor riesgo de presentar complicaciones si se contagian del virus varicela-zóster.
El diagnóstico del herpes zóster, suele confirmarse con el sarpullido en la piel en forma de pequeñas ampollas, aunque en algunos casos la confirmación se realiza en el laboratorio.
Se recomienda mantener el sarpullido limpio y seco para evitar una infección secundaria en la piel.
Es importante acudir al médico en el momento que notemos algunos de los síntomas relacionados con el herpes zóster, ya que existen tratamientos antivirales que se recomiendan para las primeras 72 horas de la aparición de las ampollas.