El sector «El Hoyo de Bartola», ubicado en Santiago, era el centro de operación de Joel Ambioris Pimentel García (La J), el presunto narcotraficante que habría amenazado de muerte a la procuradora Miriam Germán, y a quien las autoridades le atribuyen «decenas de muertes violentas» en varias provincias de la región norte del país.
Así lo asegura el Ministerio Público a través de un comunicado enviado a la prensa, en el que ofrece detalles sobre la puesta en marcha de la Operación Halcón IV en contra de varias organizaciones del crimen organizado, cuyos miembros son investigados por asesinatos y narcotráfico.
«Las fuerzas élites han penetrado a lugares considerados difíciles y han tomado el control de zonas que por años fueron consideradas territorios dominados por algunas organizaciones criminales, como El Hoyo de Bartola, centro de operación del extraditable Joel Ambioris Pimentel García (La J)«, expresó el órgano persecutor.
Agrega que «La J» fue deportado de Estados Unidos después de cumplir una pena por narcotráfico. Como dominicano viajó a Colombia y con identidad de colombiano a España, en donde hizo residencia como dominicano.
Le imputan ser el cabecilla de una red que se dedica a cometer varios delitos, como sicariato, narcotráfico nacional e internacional y lavado de activos. Además, de ser dueño de la mayoría de los puntos de drogas de Santiago.
Allanamientos
Los allanamientos con relación a la Operación Halcón IV, iniciaron a partir de las 3:30 de la madrugada de ayer martes en Santiago, San Cristóbal, Hermanas Mirabal, Duarte y La Vega.
Por igual, se realizaron requisas en el Centro de Corrección y Rehabilitación Najayo Hombres, en Rafey Hombres, Vista del Valle, La Isleta Moca, El Pinito, Cárcel Pública de La Vega, en los que miembros de las diferentes estructuras criminales guardan prisión.
El Ministerio Público y los organismos de investigación ha ocupado evidencia (armas y dinero, así como cocaína, marihuana, entre otras) de que las organizaciones cometen crímenes e incluso amenazas a altos funcionarios del Estado, usurpando la identidad de líderes de organizaciones adversas, con la intención de crear pistas falsas.