Se da por hecho que Danilo Medina será presidente, pero su imagen está lacerada por casos de corrupción de familia
El Partido de la Liberación Dominicana (PLD) entra a partir de este mes en la fase más importante del Noveno Congreso, la escogencia de las nuevas autoridades, especialmente el presidente y secretario general. Hasta el momento nadie se ha atrevido en el partido morado a decir que aspira a la presidencia de la organización, pues aunque él no lo ha dicho públicamente, el cargo parece que está reservado para el expresidente de la República, Danilo Medina.
Medina no tenía absolutamente nada que le hiciera sombra para ocupar el cargo más importante de su partido, pero eso cambió a partir del 29 de noviembre del año recién concluido cuando la Procuraduría General de la República informó que dos hermanos del expresidente, Magalys y Alexis Medina, fueron apresados acusados de cometer actos de corrupción en los gobiernos de su hermano.
El mismo caso salpica a otra hermana del exgobernante, Lucía Medina, pues su nombre sale en el caso por haber recibido jugosos beneficios del Fondo Patrimonial de las Empresas Reformadas (Fonper) para su fundación. La dama también fue presidenta de la Cámara de Diputados durante la Presidencia de Medina.
La respuesta del exmandatario fue desde la Casa Nacional del PLD donde calificó la acción de apresar sus familiares como un acto cobarde. La imagen del expresidente se deterioró aún más, dos semanas más tarde que estalló el caso Antipulpo, cuando saltó a los medios de comunicación que dos hermanos de la ex primera dama, Cándida Montilla, recibieron jugosos contratos en el sector eléctrico, especialmente Maxy Montilla por monto superior a los 13 mil millones de pesos, según él mismo reconoció. El director de la Procuraduría Especializada de la Corrupción, Wilson Camacho, dijo que el caso está en investigación.
A juzgar por lo largo que resultan los procesos judiciales es probable que en los próximos tres años los familiares de Medina se la pasen en los tribunales independientemente de que sean o no culpables. El caso Odebrecht, por ejemplo, inició el 29 de mayo del 2017 y aún no se define. Por tanto, es posible que el nombre del expresidente y sus familiares sigan en la opinión pública por casos de corrupción en la etapa más delicada de los procesos políticos, la escogencia de los candidatos a los cargos de elección popular y hasta las propias elecciones.
Es poco probable que si se lo propone, Medina no gane la presidencia de la organización, sobre todo porque ahora serán los miembros del Comité Central quienes elegirán a las autoridades y no los miembros militantes como había ocurrido en los 47 años de fundado que tiene la organización. Ya Medina impuso su visión en la primera etapa del Congreso al lograr una modificación de los estatutos que otorga el poder de elegir a los miembros del Comité Central y prohíbe a los aspirantes a cargos de elección popular ocupar cargos internos.
Hasta el momento ningún dirigente de los organismos más altos del PLD se ha pronunciado sobre el tema, pero nadie aspira al cargo. Habría que ver si en los días por venir la situación sigue igual a lo interno del partido opositor que tendría que evaluar la conveniencia de que su máxima autoridad esté sometida a cuestionamientos públicos de ese calibre, pues eso podría arrastrar la organización, lo que probaría que está pasando por una crisis de su liderazgo. Ya de hecho está atravesando una profunda crisis que sacó la organización del poder luego de 16 años de éxitos en las urnas.
Hasta el momento, ningún miembro del Comité Político del PLD está sometido por actos de corrupción, todos los señalados por la justicia son familiares o colaboradores cercanos del expresidente Medina, como el caso de Francisco Pagán, exdirector de la Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado (OISEO). Entre los acusados hay dos miembros del Comité Central, también con trayectoria de estrecha colaboración con el expresidente, Fernando Rosa y Freddy Hidalgo.
El PLD está atravesando por una crisis importante con la fuga permanente de dirigentes hacia la Fuerza del Pueblo (FP), el partido que fundó Leonel Fernández tras su salida de su antigua organización. De hecho, esa organización es la segunda mayoría en el Senado de la República y según la encuesta Gallup, Fernández el principal líder de oposición.
Andrés Navarro, Mariotti y Laluz van por Sec. Gral.
La Secretaría General tiene varios aspirantes, hasta ahora Andrés Navarro, Rubén Bichara, Charlie Mariotti y José Laluz, han expresado que aspiran al cargo que ahora escogerán solo los miembros del Comité Central. El comunicador Laluz y exdiputado ha iniciado una campaña en la que advierte que hará valer el derecho de la base de la organización a participar en la elección de las nuevas autoridades. “Voy a defender el derecho que tienen las bases del partido de votar y de participar democráticamente en el proceso de escogencia de las nuevas autoridades del PLD”, escribió en su cuenta de Twitter. También criticó la decisión la Fuerza Bochista. “La Funesta decisión de elegir al presidente del partido y al secretario general es ilegítima, antidemocrática, es elitista, no tiene la participación mayoritaria de las bases”, dijo.
Tomado de https://www.elcaribe.com.do