El Consejo de Ministros aprobó ayer el Proyecto de Presupuesto General del Estado para 2021 por un monto de un billón, 37 mil millones de pesos, con una estimación de ingresos de 746 mil millones, un estimado de gastos por 891 mil millones y un déficit del 3 % en proporción al Producto Interno Bruto (PIB).
Si se excluye la Ley de Presupuesto Complementario, de 202 mil millones de pesos, el estimado de ingresos fiscales para el año entrante superaría en unos 40 mil millones de pesos al que se ejecuta en 2020, que asciende a 997,119.20 millones.
Aunque señaló que se proyecta un déficit fiscal del 3 % del PIB, el ministro de Hacienda, Jochy Vicente, no precisó el monto que conllevaría el pago del servicio de la deuda externa en 2021, estimada para este en $136,044,800,000. En 2019, la proyección fue de 156 mil 354.7 millones de pesos.
A la espera de mayores explicaciones en torno al diseño y alcance del Presupuesto 2021, podría decirse que su característica más relevante es la moderación tanto en las expectativas de ingresos como en la planificación del gasto público.
Porque no se ha dicho y porque las cifras de ingresos y gastos no lo reflejan, se infiere que el tema de la reforma fiscal no figura en los planes del Gobierno para el próximo año, aunque tampoco se sabe lo que en términos tributario y financiero se podría hacer para elevar la presión fiscal.
El ministro Vicente adelantó que en la distribución de partidas dentro del Presupuesto “hay ministerios protegidos”, entre los que identificó a los de Educación, Salud y Obras Públicas, y en cuanto a las demás dependencias admitió que “se hicieron una serie de ajustes”.
Los poderes Legislativo y Judicial tendrán que conformarse con partidas iguales a las fijadas en la Ley de Presupuesto de 2020, por lo que se recomienda archivar los “barrilitos” y “cofrecitos” y que las altas cortes se cubran hasta donde alcance la sabana.
El 2021 heredará una crisis sin precedentes a causa del coronavirus y su afectación sobre el turismo, manufactura, inversión, comercio, empleo y exportaciones, por lo que el Presupuesto General del Estado tendrá que oscilar entre un retrato del drama y una efectiva palanca para relanzar la economía.
Tomado de https://elnacional.com.do