El Partido Revolucionario Moderno (PRM), dos años después de llegar al poder tiene un rosario de cuentas internas por diversas razones. Pero mantiene la unidad alrededor del presidente de la República y líder de la organización, Luis Abinader.
Entre las cuentas pendientes que tiene el PRM figuran que la base no votó en la elección de las nuevas autoridades, la presión por la participación en el gobierno y las heridas a dirigentes que han sido excluidos de la administración de Abinader por distintas circunstancias.
El último caso fue la presidencia del Senado, cargo en el que el PRM decidió mantener a Eduardo Estrella, de un partido aliado, a pesar de la presión para que se escogiera a uno de los senadores de la organización.
También recientemente, se registró el caso de Roberto Fulcar, miembro de la Dirección Ejecutiva y exjefe de campaña para el 2016 y 2020, del proyecto del hoy presidente de la República, que pasó de ministro de Educación a ministro sin cartera, en un hecho rodeado por escándalos y críticas por falta de transparencia durante su gestión.
Aunque con menos ruido, el principal cuadro político del expresidente Hipólito Mejía, César Cedeño, fue bajado de categoría en cuanto al cargo en el gobierno. De la administración del Consejo Estatal del Azúcar (CEA) y de Bienes Nacionales, pasó a ser cónsul en Puerto Rico.
Tanto Cedeño como Fulcar, quedaron excluidos de la primera y segunda vicepresidencia del PRM en el proceso de renovación reciente.
Otro que quedó fuera de la administración de su partido fue el presidente del PRM en Santo Domingo Este, Adán Peguero, que se vio forzado a tomar licencia como director del Instituto Postal Dominicano (Inposdom) por escándalos de corrupción.
Kimberly Taveras, que coordinó el sector juvenil de la campaña de Abinader, se vio obligada a renunciar al cargo luego de un escándalo por su declaración jurada de patrimonio.
La misma suerte corrió su sustituta en el cargo, Luz del Alba Jiménez, que tras una denuncia de corrupción tuvo que renunciar. La última es dirigente del PRM en Santo Domingo Este.
El coordinador del frente agropecuario de la campaña de Abinader, Leonardo Faña, fue destituido como director del Instituto Agrario Dominicano (IAD), luego de que fue acusado por acoso laboral y sexual. Fue descargado en los tribunales de esas acusaciones.
Enemigos dentro
Al mismo tiempo, el PRM ha tenido que lidiar con algunas voces internas disidentes que son más críticas que los propios partidos de oposición. Los casos más sonoros son los de Ramón Alburquerque y Guido Gómez Mazara.
Ambos dirigentes han anunciado que aspirarán a la candidatura presidencial para las elecciones del 2024.
En el pasado proceso de elección de las autoridades nacionales, Gómez Mazara aspiró a la presidencia, pero se retiró luego que una modificación estatutaria abrió la posibilidad de escoger la presidencia y la secretaría general mediante una convención de delegados, como finalmente ocurrió.
Sin embargo, ese proceso sirvió para que ese dirigente se colocara como opositor al actual liderazgo del PRM y asumió el discurso de defensa del derecho de las bases de escoger las autoridades.En esa batalla elevó varios recursos ante el Tribunal Superior Electoral (TSE) que fueron rechazados.
Partido oficial ha hecho importantes ajustes
A principio de este año el partido oficial completó la reforma estatutaria que incluyó un cambio al artículo 101 de los estatutos que prohibía la repostulación en esa organización, un principio que acompañaba la dirigencia del PRM desde que militó en el Partido Revolucionario Dominicano (PRD). El cambio dio luz verde a la repostulación de Abinader. Aunque la Constitución de la República permite la reelección para un periodo consecutivo, sin dudas que ese artículo generaba ruidos. Otro cambio estatutario importante que hizo el PRM es prohibir al presidente y secretario general de la organización aspirar a la Presidencia de la República hasta que no cumplan el tiempo para el que han sido electos. La norma interna de la organización no acepta esas aspiraciones aunque sus incumbentes renuncien. El PRM también estableció como requisito que a partir del 2026, para aspirar a un cargo nacional es necesaria una militancia mínima de cinco años. En los días por venir, el PRM tiene pendiente completar la matrícula de 13 puestos de la dirección ejecutiva y habría que ver si ese proceso no genera nuevas heridas en la organización. Otro reto que tiene el PRM es la elección de las candidaturas a cargos de elección popular para los niveles congresuales y municipales. En el caso de la candidatura presidencial, no luce que ese partido tenga mayores problemas pues el presidente Abinader no tiene contrincantes internos.