Santo Domingo .-Con vendajes, yesos y clavos en manos y pies, además de muletas o sillas de rueda para desplazarse, así llegan diariamente cientos de pacientes por emergencias o consultas a hospitales traumatológicos del Gran Santo Domingo, provenientes de distintas zonas del país.
Y es que los accidentes son el pan nuestro de cada día. De hecho, ubican al país en las principales posiciones tanto en cantidad de siniestros como en mortalidad a nivel mundial, mientras los lesionados son llevados a los hospitales y dependiendo de la gravedad son referidos a uno de los tres centros traumatológicos con que cuenta República Dominicana.
Esta escasez de centros especializados para tratar casos graves presiona los traumatológicos existentes como son el Ney Arias Lora, en Villa Mella, Santo Domingo Norte; Darío Contreras, en Santo Domingo Este y el Profesor Juan Bosch, en La Vega.
De acuerdo con el director del Ney Arias Lora, Julio Landrón, los dos de Santo Domingo se encuentran altamente poblados de estos accidentados y presionados primordialmente los fines de semana con los referimientos que reciben desde el interior del país.
“Voy a ponerte un ejemplo. Este recién fin de semana, donde se conmemoraba el Día de los Padres, nosotros tuvimos una movilización enorme, con más de 400 pacientes en emergencia, pero tuvimos más de 57 referimientos de pacientes graves de las diferentes regiones del país, primordialmente del sur y este”, manifestó.
Indicó que las zonas que más casos reciben, además de Santo Domingo, son Monte Plata, Guerra, Azua, Barahona, Baní, San José de Ocoa y Bahoruco.
Ocho casos por hora
Detalló que diariamente se atienden entre 150 a 200 pacientes por emergencia y que esta cifra se multiplica al doble los fines de semana con más de 350 casos.
Si se analiza el promedio de 200 casos por día, se estiman unos ocho casos por hora. La cifra es similar a la del Darío Contreras con 220 diarios. Los pacientes se están saliendo por la ventana”, expresó su director César Roque, en sentido figurado.
Señaló como algo preocupante que el 80 % de las emergencias llega después de las 10 de la noche y como las edades van desde los 15 años, cuestionó a los padres por no prestar atención a lo que hacen sus hijos.
Aunque son muchos los pacientes que asisten, ambos centros de salud tiene una rotación rápida de camas. Según precisó Landrón el promedio es de 4.7 días en el hospital, y puede variar si la persona va a cuidados intensivos, lo que permite recibir más pacientes.
Red trauma
Ambos galenos destacaron la construcción de centros traumatológicos en Azua, Sosúa e Higüey para abastecer la demanda de las provincias cercanas a estos.
De esta forma se creará la red nacional de trauma, donde se incluye también uno en Yaguate, San Cristóbal, que el presidente Luis Abinader dio el primer picazo recientemente.
Además, se refuerzan unidades traumatológicas y de ortopedia en los hospitales Juan Pablo Pina, de San Cristóbal, y San Vicente de Paul, en San Francisco de Macorís.
Landrón consideró que si hay una hora dorada para que el paciente reciba la asistencia después de un accidente, pues se debe tratar de tener las condiciones necesarias en la mayoría de los hospitales.
“Tenemos que acercarle centros de este nivel con recursos humanos, con un equipamiento total para poder resolver estas situaciones, y con todos los insumos y medicamentos para contrarrestar y bien tratar a estos pacientes accidentados”, comentó.
Según estadísticas de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en el país mueren nueve personas diario por accidentes.
El año pasado se contabilizaron 1,949 decesos, los cuales sólo corresponden a los que mueren en el lugar del accidente, pues si lo hacen en el hospital, aunque por consecuencia de las lesiones, en muchas ocasiones, se computa la defunción como paro cardiorespiratorio.
Aprobación material
— Paciente subdiado
Al ser hospitales de la red pública, la mayoría que asisten son del régimen subsidiado del Seguro Nacional de Salud (SeNaSa) que aprueba rápido la bandeja completa de instrumentos para intervención.