Por primera vez en la historia una mujer ha asumido como presidenta en funciones de Estados Unidos. Joe Biden, de 78 años, le ha traspasado temporalmente este viernes el poder Ejecutivo a la vicepresidenta Kamala Harris debido a un procedimiento rutinario al que se ha sometido durante la mañana, y que lo ha tenido sedado, y por ende inhabilitado para tomar decisiones. La Casa Blanca ha informado que compartirá en la tarde de este viernes un resumen escrito del examen físico del mandatario.
La vicepresidenta trabajó desde su oficina en el ala oeste de la Casa Blanca la hora y 25 minutos que asumió la presidencia en funciones, según un comunicado de la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki. Biden envió unas cartas a los presidentes de las cámaras del Congreso para informarles del traspaso de poderes que, pasado el mediodía, recuperó. El mandatario “permanecerá en el hospital Walter Reed mientras completa el resto de su rutina física”, tuiteó Psaki.
Es rutinario que el vicepresidente asuma los poderes presidenciales mientras el mandatario se somete a un procedimiento médico que requiere anestesia, pero como Harris es la primera mujer de número dos, ha hecho historia. Psaki recordó los casos de 2002 y 2007, cuando el entonces presidente George W. Bush se sometió también a una colonoscopia de rutina y el vicepresidente Dick Cheney asumió el mando temporalmente.
Biden llegó a primera hora de la mañana al hospital militar Walter Reed para someterse al examen físico anual un día antes de cumplir los 79 años. El mandatario demócrata es la persona de mayor edad en ocupar el Despacho Oval y, aunque en Washington ronda la interrogante sobre si se presentará a la reelección en 2024, él ha despejado las dudas asegurando que volverá a competir.
A principios de este año, la exsecretaria de prensa del expresidente Donald Trump, Stephanie Grisham, insinuó que el republicano se sometió a un “procedimiento muy común” durante el cual “se seda a un paciente”, pero que lo mantuvo en secreto para evitar traspasar el poder presidencial a su entonces vicepresidente, Mike Pence. Tampoco “quería ser el blanco de una broma” en los programas de entretenimiento de la noche por someterse a una operación que ocurrió en el hospital militar Walter Reed en 2019, añadió Grisham en el libro Tomaré sus preguntas ahora: lo que vi en la Casa Blanca de Trump.
Tomado de El País