La apnea del sueño es en la actualidad el trastorno respiratorio del sueño más común en el mundo, con un total de unos 1.000 millones de casos estimados en todo el mundo.
Se trata de una condición en la que se producen pausas en la respiración de la persona mientras duerme. Esto perjudica el descanso y se asocia a su vez con un mayor riesgo de sufrir un buen número de problemas de salud; en esta línea, un reciente estudio publicado en la revista especializada Neurology ha encontrado que la apnea obstructiva del sueño (la más frecuente y la consiguiente reducción en el sueño profundo se asocian a un aumento de las anormalidades en la materia blanca del cerebro (incluyendo un descenso de la misma).
Mayores daños según la severidad
Concretamente, las anomalías registradas en este trabajo son marcadores conocidos de la enfermedad cerebrovascular y se observan también en condiciones neurodegenerativas como el declive cognitivo moderado y el alzhéimer, lo que ha llevado a los autores a concluir que la apnea obstructiva del sueño puede considerarse un factor de riesgo relevante para la demencia y el ictus.
Estos resultados parten del análisis de los datos de 140 participantes en el Mayo Clinic Study of Aging; específicamente, de individuos que se habían sometido a una resonancia magnética cerebral y al menos una polisomnografía (un tipo de prueba en la que se miden varios parámetros durante el sueño, incluyendo la frecuencia cardíaca y respiratoria). Otro criterio para la selección de estas personas fue que sufriesen problemas cognitivos en el momento de realizarse ambas pruebas.
Así, encontraron que aquellos pacientes que como consecuencia de la apnea obstructiva del sueño pasaban menos tiempo en las fases profundas de sueño mostraban mayores niveles de daño en la sustancia blanca del cerebro. Esta asociación se mantenía después de ajustar otros factores como la edad, el sexo, el riesgo genético de alzhéimer y factores de riesgo cardiovascular. Igualmente, los daños cerebrales eran mayores conforme aumentaba la severidad de la apnea del sueño.
La importancia de detectar los trastornos del sueño
En las demencias, existen dos rasgos cerebrales característicos: la aparición de acumulaciones de ciertas proteínas defectuosas y la presencia de ciertas formas de daño neuronal, que en su mayoría afectan a la sustancia blanca (la parte del tejido cerebral que se corresponde con los axones o protuberancias alargadas de las neuronas, que son los encargados de transmitir los impulsos eléctricos).