No obstante, los investigadores planean atacar la enfermedad desde varios ángulos. «No habrá una ‘bala de plata’ para esta enfermedad», sugirió uno de ellos.
El anticuerpo prasinezumab puede reducir el deterioro motor en personas con la enfermedad de Parkinson, de rápido progreso, concluyó un equipo de científicos de Alemania, Estados Unidos, Francia, España, Austria, Suiza e Irlanda, cuyo estudio fue publicado este lunes en la revista Nature Medicine.
El párkinson afecta el sistema nervioso central y se caracteriza por la lentitud de los movimientos y la presencia de temblores en reposo, así como la alteración de los reflejos. De acuerdo con investigaciones clínicas previas, un factor importante en esta patología es la acumulación excesiva de proteína alfa-sinucleína en las neuronas, pues provoca su muerte.
Al principio, los investigadores pensaban que el tratamiento con este anticuerpo no influiría en el curso de la enfermedad, pero un año después de iniciado el experimento concluyeron lo contrario.
«Estamos al borde de una revolución en las enfermedades neurodegenerativas», afirmó Gennaro Pagano, líder del equipo de la empresa farmacéutica suiza Roche.
El experimento
Los investigadores dividieron a los 316 participantes del estudio, todos con párkinson diagnosticado, en tres grupos: 105 personas recibieron placebo, a otros 105 les administraron 1.500 miligramos de prasinezumab, y a los 106 restantes, 4.500 miligramos de prasinezumab. Aquellos cuya enfermedad se consideraba que progresaba rápidamente y que recibieron el medicamento presentaron una reducción significativa en el deterioro de los síntomas motores, en comparación con aquellos que recibieron un placebo.
Los investigadores obtuvieron resultados estadísticamente relevantes recién a las 52 semanas del comienzo del experimento.
Prasinezumab fue el primer anticuerpo monoclonal (es decir, que se une a un antígeno específico) usado como terapéutico experimental, y descompone la alfa-sinucleína acumulada.
El experimento, que se prolongó por un año, sugiere que este medicamento podría reducir la progresión del deterioro motor en mayor medida que otros.
Sin embargo, los científicos planean abordar esa dolencia desde distintos ángulos. «Creemos que no habrá una ‘bala de plata’ para esta enfermedad», señaló Patrik Brundin, líder en Roche del área terapéutica para trastornos del movimiento.
«Es probable que cada paciente requiera una combinación diferente de medicamentos en las diferentes fases de su enfermedad. Y con más opciones disponibles, esta medicina de precisión lo hace posible», agregó.