Esta medida ocurre después de que el juez del STF Alexandre de Moraes ordenar diera un plazo de 24 horas para desmontarlo.
La Policía y el Ejército empezaron a desalojar este lunes el campamento donde se concentraron en Brasilia los bolsonaristas que asaltaron el domingo el presidencial Palacio de Planalto, el Congreso y el Supremo Tribunal Federal (STF).
Esta medida ocurre después de que el juez del STF Alexandre de Moraes ordenar diera un plazo de 24 horas para desmontarlo.
«Nada justifica la existencia de campamentos terroristas, financiados con la financiados con la complacencia de las autoridades civiles y militares de manera totalmente subversiva y sin ningún respeto a la Constitución», aseveró el magistrado.
El campamento se encuentra frente al Cuartel General del Ejército de la capital brasileña. Imágenes divulgadas por la televisión muestran a cientos de uniformados fuertemente armados llegando al lugar mientras, por ahora sin violencia, los bolsonaristas desmontan las tiendas de campaña y se retiran con sus maletas y otras pertenencias.
300 detenidos
Muchos de los bolsonaristas llegaron al campamento hace dos meses en protesta por la victoria de Luiz Inácio Lula da Silva frente a Jair Bolsonaro.
Desde que se produjo la invasión a primera hora de la tarde del domingo, que evocó el ataque similar ocurrido en el Capitolio de Washington el 6 de enero de 2021, han sido detenidas alrededor de 300 personas.
Las destituciones más destacadas son las del gobernador de Brasilia, Ibaneis Rocha, y el secretario de Seguridad del Distrito Federal, Anderson Torres, ambos aliados del exmandatario y acusados de connivencia con los atacantes.
Lula convocó una reunión ministerial este lunes en el Palacio de Planalto –en un intento de dejar claro que el Gobierno sigue ocupando sus edificios– para hacer un balance de la situación y ver qué medidas se tomaran próximamente. Esta tarde, el mandatario se reunirá con los gobernadores de los diferentes estados.