Tres rehenes secuestrados este sábado por la mañana en una sinagoga cerca de Fort Worth, en Texas, fueron liberados a última hora de la noche, después de horas de cerco policial. Otro rehén había sido liberado unas horas antes por el sospechoso del secuestro, un hombre que se cree que actuaba en solitario.
En la operación policial para liberar a los tres rehenes que quedaban en su poder, el sospechoso perdió la vida. Los medios de comunicación que estaban a las afueras del templo escucharon una detonación seguida de varias disparos veinte minutos antes de que la policía anunciara la liberación de los secuestrados y la muerte del sospechoso.
Se trataba de un hombre que exigía la liberación de una terrorista paquistaní para acabar con el secuestro.
El incidente comenzó a las diez de la mañana durante un servicio religioso del ’shabat’, el festivo semanal judío, en la sinagoga Beth Israel de Colleyville, una localidad a unos 25 kilómetros de Fort Worth, una de las principales ciudades de Texas.. En una retransmisión por Facebook del servicio, que ya ha sido retirada, se pudo escuchar al sospechoso hablar de forma enérgica, a veces a los gritos, con alguien a través de su teléfono y con afirmaciones espeluznantes: “No llores por mí, voy a morir”.
La sinagoga fue pronto cercada por equipos de asalto de la policía y negociadores del FBI. Entre los cuatro secuestrados estaba un rabino, que podría ser quien dirige la sinagoga, Charlie Cytron-Walker.
En su conversación con las fuerzas de seguridad y los negociadores, según informó ABC News, el sospechoso exigió para el fin del secuestro la liberación de Aafia Siddiqui, a quien calificó de su «hermana». Siddiqui fue condenada en 2010 por tratar de matar a autoridades estadounidenses en Afganistán durante su detención. La mujer, una neurocientífica paquistaní que estudió en el prestigioso MIT estadounidense, había sido detenida por sospechas de formar parte de Al Qaeda. Ahora cumple una sentencia de 86 años de prisión cerca de donde se produjo el secuestro, en la localidad de Carswell.
Después de la operación policial, efectivos de la policía inspeccionaron la sinagoga para cerciorarse de que no había una amenaza de bomba en el edificio.
Los incidentes violentos y atentados en sinagogas se han intensificado en los últimos años en las sinagogas de EE.UU. El más grave fue en Pittsburgh en 2018, cuando murieron once personas en un ataque a un templo judío. De hecho, este mismo verano, la sinagoga donde sucede el secuestro recibió formación para casos como este por parte de la organización Secure Community Network, que asesora a organizaciones judías para casos de ataques violentos.
Tomado de ABC