Decenas de vehículos con miles de peruanos a bordo han salido este lunes de la ciudad de Andahuaylas hacia Lima para exigir la renuncia de la presidenta Boluarte.
La caravana ha partido del campo ferial de Andahuaylas, localidad en el departamento de Apurímac (centro), donde previamente algunos líderes han tomado la palabra, en quechua y en castellano, para manifestar que estaban yendo a Lima (la capital) a “recuperar la patria” ya que “estaban cansados de ser pisoteados”.
Así como en Andahuaylas, miles de integrantes de las comunidades aymaras y quechuas, así como de organizaciones sociales y sindicales de distintas partes de Perú, se dirigen en caravanas a Lima, como parte de la segunda edición de la denominada ‘marcha de los cuatro suyos’, nombre de la multitudinaria protesta en el año 2000 contra el triunfo electoral de Alberto Fujimori.
“Ya tenemos la decisión de ir a Lima. A más tardar salimos este lunes. No podemos indicar la hora porque lo que queremos es viajar en unidad entre todos los pueblos aimaras”, ha declarado Julio Vilca, de la localidad aimara de Ilave, al diario peruano La República.
Estas caravanas esperan unirse al grupo de que ya se encuentra en la capital peruana desde hace dos días y, conforme han asegurado dirigentes de las protestas, se quedarán en Lima hasta que la presidenta Dina Boluarte renuncie y logren sus otras demandas, que incluyen el cierre del Congreso, la convocatoria a elecciones anticipadas para 2023, una Asamblea Constituyente y la liberación del expresidente Pedro Castillo.
Perú vive un clima de protestas desde el 7 de diciembre, cuando Boluarte, entonces vicepresidenta, asumió el gobierno en reemplazo del izquierdista Pedro Castillo, quien se encuentra cumpliendo prisión preventiva por presuntos delitos de rebelión y conspiración, por haber intentado cerrar el Congreso.
Boluarte respondió a las protestas declarando el estado de emergencia y sacando a los militares a las calles. En este contexto, se han producido enfrentamientos y, en acciones represivas, los uniformados han provocado la muerte de al menos 50 civiles hasta el momento.
Ante tal coyuntura, Boluarte ofreció el viernes un mensaje a la nación en el que afirmó que no renunciará y seguirá “promoviendo el diálogo y la paz social” para superar la crisis social y política que vive el país.