
Los miomas uterinos, tumores benignos del útero, afectan hasta al 70% de las mujeres a lo largo de su vida, con mayor prevalencia antes de los 50 años. Aunque muchos casos son asintomáticos, un 40% presenta síntomas como sangrado menstrual abundante, dolor pélvico, sensación de peso abdominal y complicaciones reproductivas (infertilidad, abortos recurrentes).

Factores de riesgo:
Raza: Mujeres afroamericanas tienen hasta 9 veces más riesgo.
Edad: Mayor incidencia entre 35-50 años.
Obesidad e hipertensión.
Diagnóstico:
Se realiza mediante examen ginecológico, ultrasonido pélvico, histeroscopia o resonancia magnética. Muchos se detectan incidentalmente en chequeos de rutina.
Tratamiento:
Varía según síntomas y planes reproductivos:
Farmacológico: Control hormonal o analgésicos.
Quirúrgico: Miomectomía (extracción de miomas) o histerectomía (en casos graves).
Técnicas mínimamente invasivas: Embolización de arterias uterinas.
Recomendación clave:
Consultar a un ginecólogo especializado para un enfoque personalizado, especialmente si hay sangrados anormales, dolor o deseos de embarazo. La detección temprana mejora la calidad de vida y reduce complicaciones.
Dato crucial: Solo el 25% de los casos requieren intervención, pero su impacto en la vida diaria y salud reproductiva subraya la importancia de un manejo oportuno.