Moca. Un vertedero descontrolado, un río convertido en cloaca y lleno de basura y una planta de tratamiento de aguas residuales que agotó su vida útil son los males que afectan a los mocanos y para los que reclaman solución.
En el caso del basurero principal, la humareda sin control afecta hasta la zona franca, mientras los residentes en barriadas como Los López, Winston Arnaud, Yenny María I y II, las Colinas y Nuevo y Viejo Puerto Rico, corren con la peor suerte, con los vientos que se expanden hasta esas comunidades y ocasionan problemas respiratorios.
A pesar del apoyo que recibe el ayuntamiento de Moca con equipos facilitados por la dirección general de proyectos Estratégicos y Especiales (Propeep), la humareda no ha podido ser contralada. El alcalde Miguel Guarocuya Cabral ha dicho en varias ocasiones que la salida definitiva al problema, es el cierre definitivo del vertedero y construir la estación de transferencia, del cual cuentan con terrenos y recursos económicos disponibles.
Urge el saneamiento
A escasos metros del vertedero se encuentra la planta de tratamiento de aguas residuales, convertida en un criadero de patos y que hace más de una décadas agotó su vida útil. En el diagnóstico presentado hace cuatro años por la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Moca (Coraamoca) se establece la necesidad del saneamiento de la provincia Espaillat, pero para esos fines se requiere la inversión de 1,500 millones de pesos.
El más reciente censo nacional de población y vivienda realizado por la Oficina Nacional de Estadística, muestran que la provincia Espaillat ha multiplicado su población más de seis veces, en Juan Comprés del movimiento Los Peregrinos de Moca, considera muy baja la inversión que han hecho los gobiernos en la provincia Espaillat.
Piden saneamiento del río Moca
El otro gran problema de sanidad y medio ambiente es la gran contaminación del río Moca, principal fuente acuífera de este poblado, que está arropado por los desperdicios. Un amplio tramo de sus riberas es ocupado por casuchas levantadas de manera improvisada, cuyos habitantes lanzan desechos domésticos a esta fuente de agua. Autoridades no tienen plan para intervenirlo.
Tomado de El Caribe