Como es tradición cada año, el presidente de la República, Luis Abinader, encabezó este miércoles el acto en homenaje a la Bandera Nacional en las escalinatas del Palacio Nacional, acto que se enmarca en las actividades por el Mes de la Patria.
En su discurso para rendir tributo a la bandera, el jefe de Estado aseguró que la República Dominicana constituye un referente de normalización social y reactivación económica a nivel internacional.
«No es casualidad que la lucha contra la covid-19 y sus efectos negativos en la salud, la economía y en todos los ámbitos sociales, halla sido exitosa», dijo el mandatario tras indicar que no es casualidad, sino que esto es fruto de la fuerza espiritual de la Patria misma que guía las acciones de un gobierno que le sirve a su pueblo con eficiencia, humildad, pasión y transparencia.
Indicó que en los momentos de desafíos, los pueblos apelan a su historia heroica, a sus símbolos sagrados para empinarse y vencer.
El acto, que inició a las 8:00 de la mañana, consistió en el izamiento de la bandera y el rendimiento de los honores militares acompañados de 21 cañonazos.
El mandatario encabezó el acto acompañado de su esposa Raquel Arbaje y la vicepresidenta Raquel Peña; funcionarios civiles y militares y 150 cadetes del Ejército, la Fuerza Aérea, la Armada y la Policia Nacional, declamaron el Himno Nacional.
La bandera se izó por primera vez en 1844 de la mano de Francisco del Rosario Sánchez.
La bandera dominicana se originó de los ideales cristianos de Duarte, con dos franjas blancas que se cortan formando una cruz. Las primeras banderas fueron confeccionadas por varias mujeres: María Trinidad Sánchez, María de Jesús Pina, Isabel Sosa y Concepción Bona.
Sobre el particular, el mandatario dijo que es motivo de satisfacción personal y orgullo cívico para un ciudadano rendirle honor a los símbolos que representan su nacionalidad.
«Es una muestra de respeto y fidelidad que ennoblece y engrandece al mismo y a la nación. Eso es lo que estamos haciendo en este momento que tiene vocación de permanencia, tributarle honores a la enseña tricolor que nos representa en el mundo como nación libre, soberana y democrática» sostuvo.
Indicó que el sentido espiritual «nos ha acompañado desde los esfuerzos previos a la independencia, en la concepción misma de la Sociedad La Trinitaria, nombre cristiano y núcleo ideológico de la dominicanidad y la independencia proclamada el 27 de febrero de 1844».
«Nos inclinamos respetuosos ante el pabellón nacional porque representa las luchas heroicas de nuestro pueblo por la autodeterminación, la soberanía, la democracia y la justicia social.
Manifestó el lienzo patrio porque nos identifica en la decisión de ser una nación grande, material y espiritual; con una sociedad educada y desarrollada en valores democráticos, cristianos y productivos.
Tomado de El Caribe