Vicepresidenta Raquel Peña destacó que empresas familiares aportan hasta un 27% del PIB de país y el Gobierno tiene el compromiso de apoyarlas en su tránsito a ser grandes industrias.
El presidente de AIREN llamó a un balance entre la eficiencia económica y la riqueza socio-emocional de estas empresas
Santiago. El trabajo conjunto y permanente con el Gobierno; el impulso a su transformación digital; la aceleración de los procesos de sucesión, y el perfeccionar sus gobiernos corporativos constituyen cuatro áreas de desafíos para las empresas familiares que quieran trascender en el tiempo en República Dominicana.
La declaración es de Juan Ventura al tener las palabras de apertura en el Desayuno Empresarial “Familia, Empresa & Estado: Enfoque integral para el desarrollo sostenible”, en el cual la conferencia central estuvo a cargo de la Vicepresidenta Constitucional de la República, Raquel Peña. Además de Peña y Ventura, en la mesa principal se encontraban Rosa Santos, gobernadora de Santiago; Eduardo Estrella, senador de Santiago; Víctor (Ito) Bisonó, ministro de Industria, Comercio y Mipymes (MICM); Christian Reynoso, segundo vicepresidente de AIREN, y Rainer Knupper, secretario de AIREN.
Durante su participación, como oradora central en el desayuno de AIREN, la vicemandataria precisó que las familias, las empresas y el Estado son fuerzas productivas que dependen unas de otras, por lo que es importante ver el trabajo conjunto del sector como una forma de apoyar a las empresas familiares en su camino a la industrialización.
Raquel Peña manifestó que el Gobierno es consciente del impulso que las empresas familiares deben recibir desde el Estado, y externó el interés gubernamental de apoyarlas en su tránsito de pequeñas empresas a medianas y grandes industrias.
Indicó que cada proyecto, iniciativa o acción que tenga la finalidad de impulsar a las empresas familiares en esta dirección será un avance en nuestro camino hacia el desarrollo sostenible de la República Dominicana.
“Queremos crecer más, queremos crecer mejor y lo podemos hacer a través una política industrial que agregue valor al producto dominicano a través de la colaboración entre grandes y pequeñas empresas”, destacó Peña.
La vicepresidenta puntualizó que, en la actualidad, las mipymes dominicanas que son empresas familiares, generan el 33% de todos los empleos en la República Dominicana y aportan hasta un 27% del Producto Interno Bruto del país.
Empresas con corazón
Ventura aseguró que las empresas familiares son “empresas con corazón” en las cuales el factor de los valores y socio-emocionales no pueden ser dejados de lado, por lo que “están obligadas a alcanzar un equilibrio entre la eficiencia económica y su riqueza socio-emocional; resolver el desafío de la sucesión para que puedan seguir entregando bienestar a los hijos y a los nietos, y a integrar empresa y familia, pero respetando el ámbito específico de cada uno de estos espacios”.
Afirmó que los líderes actuales de esas empresas “han de darse cuenta que la sucesión no es una medida para “cuando yo ya no pueda más”. No es algo que ha de dejarse para “cuando el que gobierna esté en la caja”, sino que ha de planificarse, han de prepararse los sucesores”.
Agradeció al Instituto Nacional de Formación Técnico-Profesional y al Banco de Reservas el apoyo brindado para que el Centro de Desarrollo de Empresas Familiares (CDEF) pueda dotar de protocolos de sucesión a más de 100 empresas de todo el país.
“Las empresas familiares, además de su importantísima contribución al PIB de las economías nacionales, se caracterizan por ser significativas en la generación de empleo, sostenibilidad en el tiempo (especialmente aquellas que logran ser exitosas en la sucesión), características muy particulares de gestión, entre ellos la necesidad de planificar la sucesión, del equilibrio entre los intereses familiares y los empresariales, de adaptación a los cambios generacionales y tecnológicos”, señaló Ventura.
Presentó algunas estadísticas ofrecidas por un estudio de mercado realizado para el CDEF y que fue auspiciado por el Ministerio de Industria, Comercio y Mipymes (MICM), a quien también agradeció el apoyo y consideró que ha dado muestra de que el trabajo conjunto repercute en beneficio del bienestar socio-económico.
“Es deber del estado -y su gobierno- el contribuir a un marco de políticas públicas que fortalezcan el tejido empresarial. Creemos que el presente y el futuro será mejor en la medida en que las empresas familiares también den origen a familias empresarias”, enfatizó el presidente de la AIREN.
“El trabajo conjunto está en marcha. El Cibao es familia, las empresas son familia, nuestra nación es una familia”, concluyó el dirigente empresarial de la Región Norte.