El análisis identificó varios biomarcadores, incluidos la testosterona y la presión arterial diastólica, como mediadores de esta relación.
El consumo de queso puede desempeñar un papel en la mitigación del riesgo de apnea del sueño, muestran los resultados de una reciente investigación, llevada a cabo por un grupo de científicos chinos y publicados en la revista Sleep Medicine.
No todos los roncadores padecen apnea del sueño, pero ambas suelen ir de la mano y, cuanto más fuertes sean los ronquidos, mayores serán las probabilidades de padecerla, precisa Daily Mail.
Según el estudio, existe una asociación inversa significativa entre el consumo de queso y el riesgo de apnea del sueño, lo que indica que una mayor ingesta de queso está relacionada con una menor probabilidad (del 28 %) de desarrollar el trastorno.
«Comprender esta relación es crucial», subrayan los científicos que estudiaron a 400.000 personas en el Reino Unido. Además, el análisis identificó varios biomarcadores, incluidos la testosterona y la presión arterial diastólica, como mediadores de esta relación.
«La apnea del sueño es un trastorno común que se caracteriza por interrupciones repetidas de la respiración durante el sueño, lo que conduce a un sueño fragmentado y una variedad de resultados adversos para la salud, como enfermedades cardiovasculares, trastornos metabólicos y deterioro cognitivo», explican los autores del trabajo. Las estimaciones sugieren que más de 936 millones de adultos en todo el mundo padecen alguna forma de este trastorno.
Anteriormente se aconsejaba a los roncadores que evitaran los productos lácteos, incluido el queso, especialmente antes de acostarse, ya que se creía que podían empeorar el problema al aumentar la producción de moco y obstruir las vías respiratorias.
Sin embargo, los científicos aclaran que el queso es una fuente rica de nutrientes esenciales, entre los que se incluyen proteínas de alta calidad, calcio, ácidos grasos, péptidos bioactivos, aminoácidos y vitaminas clave, todos ellos de vital importancia para la salud general. Estas sustancias presentes en el queso podrían influir en la salud metabólica y cardiovascular, factores que se sabe que están relacionados con el riesgo de apnea del sueño.
«Estos hallazgos subrayan el potencial de las intervenciones dietéticas en las estrategias de salud pública destinadas a reducir la prevalencia de la apnea del sueño y los riesgos para la salud asociados», resumen los autores de la investigación.